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Al instrumento de "seguimiento individualizado de la producción del capital humano", como se le conoce en el lenguaje de los empresarios, se le llama "rúbrica", "firma", "huella" que es todo lo que se registra de un obrero o trabajador y que va dejando en su desempeño diario, y que dada su condición de ser "capital humano" para la producción de riqueza de una empresa o mejor dicho del, o los "dueños de la empresa", quienes en sus asientos contables contabilizan el capital económico y el capital humano, y analizan mediante la "rúbrica" que se revisa constante y consistentemente para conocer los efectos de cada suceso de la productividad, para después analizar los resultados productivos y los sucesos "rubricados" y encontrar mecanismos para que el "capital humano" sea mas rentable (hasta me canse). Así, estas rúbricas registran prácticamente minuto a minuto el desempeño productivo del "capital humano", desde que pone su dedo en el lector de huellas al entrar al centro de trabajo, en cada acto que realiza en la jornada cercanamente vigilado por cámaras y hasta que vuelve a activar el lector digital al salir del centro de producción, registrando las acciones productivas e improductivas que tuvo durante el día.
Las "rúbricas" educativas son, más que un "esfuerzo profesional docente" para verificar el desarrollo educativo del niño, son una forma de entrenamiento para la vida "laboral", son variadas las expresiones que la SEP ha otorgado a los distintos sucesos educativos, por ejemplo al alumno ahora se le llama "cliente ligero" y las "rúbricas" resultan una forma de iniciar a "formar el capital humano" que se requerirá para el desarrollo de nuevos "capitales" en las grandes empresas del futuro inmediato.
Desde mi perspectiva, la espiral dialéctica les alcanzará y si los cálculos no me fallan, el ciudadano del mundo empieza a percibir la falta de solidaridad del "inversionista" un humano como cualquiera, en esta realidad virtual del capital inexistente, y que seguramente pronto todos descubrirán, el rico, pierde la cabeza en su riqueza, al no distribuir humanamente los "beneficios" del trabajo productivo, lanzando cada vez más lejos de su riqueza a quienes él considera "pobres", pero también "capital humano", claro, mientras le son útiles.
Saludos, y si somos educadores, desarrollemos la inteligencia de los niños y no "las competencias" que como "capital humano" ubican a nuestros niños desde ya, en la propiedad de "los empresarios".
Estos padres y estos niños ¿son capital humano? y ¿de quien? ¿A quien vas a entregar a tus hijos? Mejor construyamos la "Educación que necesitamos".
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